Susanne Sundfør: The Brothel

A estas alturas de la vida… ¿Qué os podemos contar de Susanne Sundfør que no sepáis vosotros?  Compone bien su música, canta aun mejor que compone y sus directos son una experiencia increíblemente íntima y cargada de sentimientos.

The Brothel with the most beautiful ceiling

 

Solo de Susanne Sundfør podríamos haber esperado un álbum tan cargado de melancolía, sentimientos y tristeza. No sabemos porqué se está lamentando, o de qué, lo que si podemos intentar averiguar es que senda va a coger el disco desde que escuchamos la primera canción, The Brothel. ¿Ve la artista los burdeles (Brothel es una palabra inglesa que significa prostíbulo) como un lugar triste y solitaroio lleno de ilusiones rotas y recuerdos marchitos? Podría ser una explicación bastante bonita, aunque tal vez un poco distorsionada de la verdad, supongo.

Para este álbum podemos escuchar melodías suaves y preciosas; lentas y armoniosas y ocasionalmente algún rastro de electrónica sucia para adornar algún pasaje o alguna canción entera, pese a esto último ninguna canción desentona del disco ni suena de manera extraña, todas concuerdan y son coherentes. El mayor aliciente para escuchar este disco es la voz de Susanne (como de costumbre) y la suavidad de sus composiciones. Un disco fantástico para escuchar en invierno, en frente una calefacción.

The Brothel: Una forma un tanto lúgubre y triste de abrir un disco a la par que hermosa. Es bastante minimalista y logra un efecto genial en uno mismo, sientes estar en el frío invierno, en la interperie, muriendo, sabiendo que aun hay esperanza; es descorazonador y lacrimógeno en parte, pero es de ese tipo de música que se acaba agradeciendo.

Lilith: Lo que menos esperábamos de Susanne Sundfør es que añadiese toques de electrónica «sucia» a sus canciones, sin embargo aquí no suena nada de mal! Tal vez por la voz de Susanne que no resulta eclipsada por la electrónica, y viceversa. Sea como sea, es un punto alto del disco.

Black Widow: Una canción bastante singular que no podríamos haber esperado escuchar en el disco debut de la cantante. Lúgubre como The Brothel, pero no tan depresiva, aunque si tan melancólica. No escucharemos rastros de la electrónica de «Lilith«, si no un conjunto de instrumentos sonando lentamente con la voz de Susanne susurrando un «uhhhhh» largo y tendido.

It’s all gone Tomorrow: El tipo de canción extraña de todos los discos que no quieres que tus amigos sepan que escuchas. Tiene subidas y bajadas de la melodía y en el ritmo, es lo más experimental que ha hecho Susanne, pese a todo le ha salido bastante bien el experimento.

Knight of Noir: Susanne nos sorprende con una hermosa y lenta balada a piano con arreglos varios, disfrutable a más no poder.

Turkish Delight: Una canción normal que representa al 100% la música de Susanne, es una de las canciones que más «se dejan escuchar» del disco, de las más agradable; no tiene retoques innecesarios y la voz de Susanne suena tan perfecta como de costumbre.

As I Walked Out One Evening: Una canción instrumental que podría hacer las veces de interludio, simple pero bonito, sin más.

O Master: La canción más inflavalorada (seguramente) del álbum, una canción a balada o con tambores sonando lentamente y sin pausa según Susanne canta, hasta que llega el «Even in death you won’t catch my breath«, y ahí es cuando cambia la cosa, y para bien. Por cosas como estas adoramos a Susanne Sundfor.

• Lullaby: No es una nana como la canción indica, aunque… casi podría serlo, es bastante lenta y Susanne canta igualmente de manera lenta. Hasta la mitad de la canción donde la cosa cambia, se vuelve más «tribal» y más animada/movida.

Father father: Una canción del estilo de las otras. Susanne cantando a modo casi gregoriano con una suave melodía de fondo… muy relajante.

Lo más destacado: O Master, la voz de Susanne y Knight of Noir.

Lanzado el 12 de Marzo de 2010 / Emi Music Norway

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